lunes, 20 de febrero de 2012

Tres novelas en imágenes de Max Ernst (II)

Sueño de una niña que quiso entrar en el Carmelo (1930)

El Padre: "Vuestro beso me parece adulto, hija mía.
Venido de Dios, llegará lejos: ¡Vamos hija mía, continuad y... 

…contad conmigo!” Marceline-Marie: “Mi atuendo me parece indecente,
papá, en presencia del Padre Dulac. La prueba más delicada para una
hija de María… El R. P.: “¡La dicha sea contigo, hija mía!”.
El Padre: “¡Dejadme llorar y …


 …estrechad esta mano que será condenada a vegetar una celda!
Escuchadme, hija mía: la calvicie os acecha.” Marceline-Marie se
parte en dos. (Angustia y gritos)



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