Sueño de una niña que quiso entrar en el Carmelo (1930)
El Padre: "Vuestro beso me parece adulto, hija mía.
Venido de Dios, llegará lejos: ¡Vamos hija mía, continuad y...
…contad conmigo!” Marceline-Marie: “Mi atuendo me parece indecente,
papá, en presencia del Padre Dulac. La prueba más delicada para una
hija de María…” El R. P.: “¡La dicha sea contigo, hija mía!”.
El Padre: “¡Dejadme llorar y …
…estrechad esta mano que será condenada a vegetar una celda!
Escuchadme, hija mía: la calvicie os acecha.” Marceline-Marie se
parte en dos. (Angustia y gritos)
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