lunes, 18 de abril de 2011

La habitación roja


Un día de verano estaba en un laboratorio de Los Ángeles llamado Consolidated Film Industries. Estábamos montando el piloto de "Twin Peaks" y habíamos concluido el trabajo del día. Serían las seis y media de la tarde y había salido fuera. Había varios coches en el aparcamiento. Apoyé las manos en el techo de uno de ellos y lo noté muy caliente, aunque no quemaba; era un calor agradable. Estaba apoyado así y, ¡chas!, apareció la Habitación Roja. Y el fondo, y luego parte del diálogo. 

De modo que tuve una idea, se me ocurrieron unos fragmentos. Y me enamoré de ellos. 

Así es como empieza. La idea te dice que construyas la Habitación Roja. De manera que reflexionas. "Un momento -dices-, las paredes son rojas pero no sólidas." Luego piensas un poco más. "Son cortinas. Y no son opacas, sino translúcidas." A continuación, pones las cortinas. "Pero el suelo... necesita algo." Y regresas a la idea y allí había algo en el suelo: todo estaba en la idea. Así que haces lo del suelo. Y comienzas a recordar mejor la idea. Pruebas algunas cosas y te equivocas, pero las arreglas, añades otras cosas y el final el conjunto produce la misma sensación que la idea original.

David Lynch. Atrapa el pez dorado

He visto tres veces Twin Peaks y las últimas dos, he sido incapaz de ver el último capítulo. Así todo, sigo soñando con él.

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